Una película que empieza con el famoso riff de guitarra de “Money
for Nothing” de los geniales Dire Straits (grupo al que habría que escuchar
obligatoriamente cada día) no puede ser mala y en este caso no lo es, sino que
es todo lo contrario.
A pesar de un tráiler algo engañoso que parecía encaminado
hacia una versión gambera de “superagente Cody Banks”, lo que nos encontramos
más bien es una versión moderna y paródica (aunque con mucho respeto) de las
películas de James Bond. Solo hay que ver cuando el protagonista juvenil de la
cinta dice que para el JB no son las siglas de james Bond sino las de Jack
Bauer, el protagonista de la serie “24”.
Desde hace un tiempo Mark Millar se ha lanzado a la
producción de comics bajo su propio sello editorial y que la mayoría de ellos
están siendo llevados al cine y la verdad es que de manera bastante afortunada.
A veces se alejan mucho de la idea inicial como en el caso de “Wanted” en el
que película y comic se parecen en el arranque, pero que tiran por caminos muy diferentes
y a la vez ambos de manera muy interesante. “Kick Ass” posiblemente sea la
adaptación más fiel pese a tomarse sus licencias imagino que por necesidades
comerciales  ya que el comic era bastante
más cruel. Su segunda parte no fue ni tan exitosa ni tan interesante, como ya
pasó con el comic que no “molaba” tanto.
Parece que pronto tendremos película de “Superior” otro
comic del autor que en este caso homenajeaba a Superman y era una delicia y en
cartera aún quedan títulos como “Nemesis” o “Supercrocks” y más obras en
desarrollo.
“Kingsman: Servicio secreto” es como ya he dicho una parodia
respetuosa hacia el cine de espías y como gran referencia sin duda está el rey
de los espías, Bond, James Bond. La historia parte de la idea de que a partir
de la muerte de un agente secreto hay que hacer un proceso de selección para
encontrar un sustituto y todos los candidatos son jóvenes que han de pasar
pruebas a cual más salvaje. Junto a esta parte de formación del futuro espía
tenemos un villano muy de este siglo interpretado por un genial Samuel L.
Jackson (que se nota que se lo está pasando en grande) en la piel de un gurú de
internet y los móviles que planea como todo buen malvado un genocidio a escala
mundial.
Y con todo esto tenemos grandes momentos, diálogos
ingeniosos como la cena entre el villano y el espía (muy bien interpretado por
Colin Firth) donde se recrean aquellas conversaciones llenas de cinismo que
Bond solía tener con los villanos o ese momento en el que vemos como el villano
dice “esto es otra película” y pasa algo impactante o ese momento de “fuegos
artificiales” que cuando la veais entendéreis a qué me refiero…y tantos otros
momentos brutales marca de la fábrica Millar. 
Pero un servidor quedó impactado ante la soberbia escena que
sucede dentro de una iglesia. Sin duda una de las mejores escenas de acción que
he visto en mucho tiempo en un cine. Una lección de cómo planificar, como mover
la cámara, como dejar al espectador sentado en la butaca impresionado ante
semejante derroche de acción y violencia.
Para finalizar conviene destacar que dirige Mathew Vaughn un
tipo al que no le conozco película mala: “Layer Cake”, “Xmen primera generación”,
“Kick Ass” son algunas de sus obras destacadas…por cierto la primera de ellas
es muy recomendable y no tan conocida sobretodo por el peso de su filmografía
posterior.
Así que ya sabéis “Kingsman; servicio secreto” es una buena película
para pasar un rato estupendo en el cine.
 

 
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